El jazz en Canarias tiene nombre propio: Kike Perdomo. No es común encontrar en las islas a saxofonistas de tanto talento y con tanta repercusión en el circuito internacional como este veterano, originario de Tenerife, que ya lleva más de dos décadas representando al archipiélago afortunado sobre los escenarios.
Hay que destacar que las Islas Canarias no son una región precisamente prolífica a la hora de fabricar artistas musicales de talento, o, mejor dicho, no representa una plataforma de despegue cómoda ni realmente valorada externamente, ni se caracteriza por contar con instituciones o figuras políticas internas que presten su apoyo y apuesten al desarrollo de las artes. Resulta muy difícil para un músico canario alcanzar cierta proyección en el mercado nacional o internacional, y esta dificultad aumenta proporcionalmente a lo refinado que sea tu estilo. Es por esto por lo que hay que atribuir especial mérito a lo logrado por Kike Perdomo a nivel personal, y para ser justos, valorar como corresponde la función que su progreso representa como punto de inflexión y de apoyo, como factor motivacional, para cualquier músico joven canario que aspire a hacerse un nombre fuera de las islas.
Becado en 1989 por la Berklee College of Music, en su dilatada carrera ha colaborado con artistas como Joaquin Sabina, Luz Casal, Miguel Rios, Bill Evans, Richard Bona, Bob Sands, Josh Dion o Chuck Loeb, llevando su música a escenarios de toda América Latina, Estados Unidos y buena parte de Europa, y siendo un fijo en casi cualquier festival de Jazz celebrado en territorio español. Además, combina su labor artística con labores de producción para artistas canarios como Luis Morera o Esther Ovejero, y es el presidente de Promusic ( Profesionales de la música en Canarias).
En definitiva, un artista dedicado y comprometido con la cultura de su comunidad natal, que ha sabido posicionarse a base de talento y constancia. Sin duda, un ejemplo y un espejo al que mirarse para cualquier músico canario. Pero basta de palabrería, dejemos que su trabajo hable por él …
