Inside Llewyn Davis es una película americana del año 2013, dirigida por los hermanos Coen. Fue presentada en el Festival de Cannes de ese mismo año, siendo galardonada con el Gran Premio del Jurado. La cinta narra una serie de acontecimientos de la vida de un músico folk neoyorquino de la década de los 60, encarnado por Oscar Isaac. El reparto lo redondean Carey Mulligan, Justin Timberlake y el siempre genial John Goodman. Los Coen basaron en parte esta peli en la autobiografía del músico Dave Van Ronk, publicada 8 años antes de la realización del film.
Se trata de una película que hay que enfocar de manera particular; quien espere encontrar un relato piramidal o una secuencia clásica de acción-reacción-repercusión, definitivamente no quedará satisfecho. A propósito de Llewyn Davis muestra una visión agobiante y cíclica de la vida de un artista, su continua búsqueda de sentido a una existencia sin significado claro, ni objetivos o métodos definidos.
La angustia por encontrar una misión vital y la posibilidad de contemplar sus opciones se ven interrumpidas y minimizadas por la necesidad inmediata de asegurar comida y refugio en un oficio que no siempre logra llegar a considerarse profesión. El prota frecuenta tugurios de mala muerte, donde actúa por poco menos que migajas, y busca cobijo en el domicilio de distintos amigos que, como es natural, no siempre pueden poner buena cara. Entre tanto, los sueños y la realidad colisionan para crear un clima por momentos absurdo y, aderezado por una excelente banda sonora, permanentemente melancólico.
La cinta relata, por tanto, las vicisitudes de un intento de artista que no logra conciliar sus ilusiones con su desidia, y, al mismo tiempo, retrata una época entrañable y apasionante, la de los años 60 en la costa este de los Estados Unidos. Eran los años de Kennedy, una era de cambio y desarrollo social y cultural en un país que afianzaba su posición como líder mundial frente a frente con la Unión Soviética. Este clima de grandilocuencia resultó en una variedad musical sin precedentes y en un tono gris y reflexivo en las composiciones. Los nuevos formatos y vehículos de grabación, producción y distribución para los artistas ofrecían también un entusiasmante nuevo horizonte.
Hay que destacar tanto la magnifica selección musical (basada tanto en piezas reales de música pop-folk de principios de los 60, como en las propias obras del mencionado Dave Van Ronk, mientras que otras fueron compuestas por los hermanos Coen en colaboración con T-Bone Burnett, su productor de confianza y con quien ya colaboraron en The Big Lebowsky y Oh Brother, Where Art Thou ?), cómo la exquisita fotografía del film, dos dimensiones cuidadas hasta el extremo para hacer de esta cinta una delicia visual en cada plano, retratando a la perfección la estética de la América de aquellos años y el frío e icónico invierno neoyorquino.
En definitiva, Inside Llewyn Davis resultará una excelente película para todo aquel que disfrute más con el proceso que con el resultado, para quien se centre en los matices antes que en el mensaje, para los que comprendan la cinta y la historia narrada más como un todo que como una secuencia de acontecimientos.
Texto de Tarek Morales