El fútbol femenino ha protagonizado un crecimiento significativo en la última década. La liga de fútbol profesional femenina en el Reino Unido, la Women’s Super League (WSL), se convirtió en una competición 100% profesional en el año 2018, y la última edición de la Copa Mundial de Fútbol Femenino, celebrada en Francia en el año 2019, batió récords con más de un millón de espectadores en las gradas, y más de un billón de aficionados conectando para seguir la competición por televisión e internet. La creciente popularidad de la división femenina del ‘deporte rey’ ha favorecido la aparición de nuevas estrellas que inspiran a millones de seguidores y seguidoras en el mundo entero. Pero quizá no hay otra historia en el mundo del fútbol femenino profesional, quizá incluso del deporte profesional, femenino o masculino, que resulte tan inspiradora como la de la estrella de la selección danesa Nadia Nadim.
Nadia nació el 2 de enero del año 1988 en Herat, la tercera ciudad más importante de Afganistán. En un país sumido en conflictos sociales y políticos durante más de dos décadas, y epicentro estratégico de los últimos coletazos de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, la infancia de Nadia nunca fue un camino de rosas. Su padre, un importante general del Ejército Nacional Afgano, fue ejecutado por un comando talibán en el año 2000, cuando Nadie apenas tenía once años. En este momento, la familia se vio obligada a abandonar el país, llegando a un campo de refugiados en Dinamarca tras un largo y aterrador viaje escondidos en la parte de atrás de un camión.
El país europeo ofreció a la familia de Nadia la posibilidad de empezar de cero; la posibilidad de un presente y un futuro mejor, un futuro digno. Y también una oportunidad para desarrollar sus competencias en tantos campos la joven pudiese abarcar. Nadia entró en contacto con el fútbol en un campo para refugiados en Dinamarca, y comenzó a jugar de manera competitiva en el año 2005, llegando a debutar tan sólo siete años después en la máxima competición de clubs europea, la Champion’s League, en septiembre de 2012, defendiendo los colores del Fortuna Hjørring y anotando los dos goles que le valieron la victoria a las danesas frente al conjunto escocés Glasgow City.
Este meteórico ascenso, y el talento innato de la jugadora no pasaron desapercibidos para los ojeadores de una de las competiciones femeninas más importantes del globo, la National Women’s Soccer League de los Estados Unidos. Nadia jugó en el país americano entre 2014 y 2017, año en el que se anunció su fichaje por el poderoso Manchester City de la FA Women’s Super League británica. Nadia permaneció una temporada en Inglaterra antes de firmar por el reconocido cuadro francés Paris Saint-Germain en 2018 y, finalmente, regresó a los Estados Unidos en 2019 para jugar en el Racing Louisville FC, club en el que continúa en la actualidad.
En el plano internacional, y de acuerdo a las leyes de ciudadanía en Dinamarca, Nadia no pudo acceder a solicitar la nacionalidad danesa hasta cumplidos los 18 años, en 2006. Cuando finalmente le fue concedida, en el año 2008, las reglas de elegibilidad de la FIFA bloqueaban la posibilidad de que Nadia compitiese con la selección danesa, puesto que aún no se habían cumplido cinco años como ciudadana con residencia europea. La federación danesa de fútbol protestó y recurrió la decisión, consiguiendo que la FIFA hiciera, en este caso, una excepción, permitiendo a Nadim representar por fín los colores de Dinamarca en competición internacional.
Desde su debut en el año 2009, Nadia ha jugado 98 partidos y anotado 38 goles para Dinamarca, algunos de ellos muy importantes, como los dos tantos que le encajó a Italia en octubre de 2020 en el partido de clasificación para la próxima Copa Mundial del año 2022, y que valieron para certificar la participación danesa en el torneo. Su rendimiento en el campo le ha servido para firmar jugosos contratos publicitarios; el más notable, el firmado con la compañía americana Nike en el año 2017, convirtiéndose en la primera futbolista danesa de la historia en ser patrocinada por el gigante del deporte. Otros de los sponsors más notables de Nadia son Visa y Hugo Boss. Casi ná.
Pero los aspectos más sorprendentes e inspiradores de la biografía de Nadia Nadim están, como ya comprobamos al comienzo de nuestra narración, más allá de los límites del terreno de juego.
Nadia ha completado su formación en la Escuela de Medicina de la Universidad de Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca. La estrella danesa fue capaz de continuar con su educación a distancia durante aquellas etapas en las que sus requisitos profesionales la obligaron a competir fuera de su país de adopción. Su objetivo es ejercer como cirujana plástica y reconstructiva una vez sus días como futbolista lleguen a su fin. En 2020 Nadia comenzó a asistir en cirugías reconstructivas. Por si esto fuera poco, Nadim habla once idiomas con fluidez y, en el año 2018, la revista Forbes la colocó en el puesto 20 de la lista de ‘Las Mujeres Más Poderosas del Deporte Internacional‘. Wow.
«Sólo tengo 32 años, pero siento que he vivido mucho más, al menos 200 años de vida, tanto en buenas como en malas experiencias», decía Nadia en una entrevista en 2020. Y es que la vida ha dado muchas vueltas para aquella niña afgana de 11 años que, tras perder a su padre, se vio obligada a abandonar su país junto con su madre. Con más de 200 goles anotados en su carrera, y un estilo de juego enérgico y agresivo, estamos ante una de las grandes estrellas de la historia del deporte femenino, y aún con cuerda para rato. Pero, más allá de las estadísticas, el palmarés y el impacto que Nadia dejará en el mundo del fútbol una vez llegado el momento de colgar las botas, su historia personal y de superación, a buen seguro, influirán en la manera en que miles, cientos de miles, si no millones de niñas de todo el globo conciben y enfrentan sus limitaciones.
Nadia Nadim, con su talento en el campo y su carácter y determinación fuera del mismo, ejerce como la embajadora ideal para un deporte tradicionalmente masculino y en el que las mujeres nunca han tenido las puertas del todo abiertas. Nadia Nadim, con su voluntad y capacidad para continuar desarrollando sus conocimientos y competencias, con el objetivo de ser capaz de seguir ayudando a otros cuando llegue la hora de cambiar de profesión, representa el mejor ejemplo posible para millones de jóvenes, niños y niñas por igual, que sueñan desde sus humildes naciones y comunidades con una oportunidad para brillar bajo los grandes focos y cambiar su vida y la de sus familias para siempre. Nadia Nadim, en definitiva, con su recorrido vital, nos brinda un auténtico regalo en forma de historia de superación – de superación real, alejado de los tópicos casposos y facilones que a menudo nos llegan con el sello de historias de pseudo superación en los canales de comunicación principales.
Nadia Nadim, un antes y un después.
Texto de Tarek Morales