Conociendo al autor: Conversaciones con Luis Miguel González

Una portada de un libro mostrando unas manos envejecidas sosteniendo fotos de dos mujeres preciosas, que no se si son las mismas mujeres, me decían que ese libro tenía mucho escondido entre sus páginas. El título de esta novela es Apuesta por la vida.

Sabéis que mi blog solo es para autores noveles, pero este es un libro por el que apuesto, y si el lector todavía no ha oído hablar de él, quiero darlo a conocer aportando mi granito de arena, porque algo me dice que estoy segura que será un libro que guardaras en un lugar de tu corazón.

Su autor es Luis Miguel González. Vamos a conocerlo…

María: Alguien con un libro tan interesante merece ser conocido. ¿Podría presentarse?

Luis Miguel González: Me llamo Luis Miguel González González, natural de Pelahustán (Toledo), en la comarca de Talavera, Sierra de San Vicente. De este pueblo fueron el Marqués de Lavandera, Ministro de Hacienda de Felipe V y D. Sixto Ríos, el mejor matemático de cálculo infinitesimal. Estudié Magisterio y un curso de Contabilidad. Toda mi vida laboral ha sido como Contable, principalmente en empresas del sector del libro, en Madrid. Actualmente vivo en Pelahustán, aunque en breve me trasladaré a Talavera, una vez jubilado. Siempre tuve inquietud por escribir, pero no lo hice en plan serio hasta el año 2008. Siempre fui muy soñador y decidí plasmar mis sueños y mis ideas en papel. Todos los escritores dejamos algo nuestro en nuestros escritos, al menos parte del alma.

María: Cinco obras ya escritas Luis Miguel. ¿Es cierto eso que se dice que los escritores quieren a todos sus libros por igual? 

Luis Miguel González: En realidad son seis, aunque solo cinco publicados. Creo que cada libro tiene sus motivos para ser querido. Tengo igual cariño a todos, pero por distintas causas; creo que los escritores dejamos en cada uno de ellos algo personal. Uno por ser el primero que escribí, los otros por donde se desarrollan y el último, “Apuesta por la vida”, porque refleja el alma y el sentir de mis antepasados, unos cercanos y otros menos, y los momentos tan difíciles que vivieron. Sin duda, tengo que reconocer que “Apuesta por la vida” es la más completa, la más larga (400 páginas) y la más querida.

Quisiera empezar por una que me contó una señora nonagenaria. Ella la da por cierta, así que me ceñiré al contenido que nos transmitió a todos los presentes. Fueron muchas tardes de invierno y primavera, así como muchos cafés los que compartimos. La señora no quería perder detalle de todo lo que me fue narrando. Su privilegiada cabeza le permitió acercarme a los hechos que sin duda había vivido esta señora; al menos, ésa fue mi impresión.  Con su permiso me he permitido novelar su historia. Como no podría ser de otra manera el título de la novela lo pondré yo, pero sin alejarme del espíritu del propio relato. Esta novela llevará por título “apuesta por la vida”. Al final de la misma, el lector juzgará si la narración merece ese título. Sin más preámbulo pasemos a la acción.

Luis Miguel González. Apuesta por la vida.

María: Los cuatro anteriores eran autopublicados y este último es publicado por una editorial. ¿Puede hablarle al lector de sus libros anteriores? 

 Luis Miguel González: La agonía de la serpiente, publicado por Cultivalibros, fue mi primera novela y se puede conseguir en esa editorial, afincada en Sevilla. La escribí en 2009, antes de que ETA abandonara las armas. Es una historia de venganza de algunas víctimas que preveía una lenta agonía de la banda terrorista al perder el apoyo con el que contaba. 

Tirano Borbón (las traiciones de un rey) es una novela histórica en la que a través de una guerrilla voy contando los acontecimientos ocurridos en España desde la vuelta de Fernando VII hasta la muerte de Riego. Una visión de cómo fueron las relaciones del rey Felón con las Cortes y con la Constitución de 1812, así como de las continuas traiciones al pueblo español, hasta el punto de derogar la Constitución y apropiarse del poder absoluto y traer de vuelta la Inquisición. 

Telebasura es una novela de actualidad periodística y policíaca, una crítica a los contenidos basura de algunas cadenas de televisión, en las que parece que todo vale con tal de tener telespectadores. 

El valle de sus sueños es una visión romántica del Maquis español. Es una novela de amor y supervivencia de aquellos guerrilleros que quedaron atrapados en el centro peninsular tras la guerra civil. Ambientada en el valle del río Tiétar, en la Sierra de Gredos y sierras aledañas, narra las peripecias para salir airosos, los que pudieron, de la trampa en que se había convertido para ellos el centro de España, de donde tenían muy difícil el exilio. 

Estas últimas tres novelas son autopublicadas y para adquirirlas se tienen que dirigir a mí directamente. Me pueden localizar en Facebook y en Instagram. Las envío por correo y dedicadas. 

María: Su libro se llama Apuesta por la vida. ¿Qué historia nos vamos a encontrar dentro de este libro? 

Luis Miguel González: Nos vamos a encontrar diversas historias de personajes reales que vivieron en esa época y son testigos directos de los hechos y experiencias que acaecieron en la España rural ya ocupada por las tropas franquistas. Se desarrolla en la comarca de Talavera, como ejemplo de esa España rural, en los años 1939 y 1940. No es una historia de guerra ni política. Son historias de amor, solidaridad y supervivencia. Yo solo he puesto la pluma para escribir lo que esas personas me han contado desde el lado más humano. Lo que en realidad se refleja en la novela son sus almas, sus temores y miedos, su valentía. En su mayoría mujeres, mis personajes desnudan su alma de cómo tuvieron que apostar por la vida ante los constantes cambios de régimen que vivieron, Dictadura de Primo de Rivera, Monarquía, Democracia en la República y finalmente la Dictadura de Franco. También a su vejez muchas de esas personas están viviendo ahora una crisis y una pandemia. En resumen, no han tenido una vida fácil.

María: Su novela está basada en hechos reales. Imagino que si no todos, algunos, también serán personajes reales. ¿Cómo logra contactar con ellos? Debió ser bonito sentir lo que ellos le estaban transmitiendo. ¿Algún personaje que le haya llegado un poquito más al corazón?

Luis Miguel González: Los personajes más importantes son ficticios, aunque cada uno de ellos recoge el sentir de aquellos reales que me han contado la historia. Los hechos históricos los he sacado de archivos, así como los personajes que influyeron en política y en el Ejército. Pero la novela no va de guerra ni de política, aunque resalta los hechos más relevantes. Sin ánimo de desvelar la novela, sí tengo que decir que me he sentido muy cercano a lo que sintieron mis personajes en esos momentos. Tengo que decir que mis fuentes son de gentes de mi propia región y algunos familiares como mi padre y principalmente mi abuela y mi madre, que como homenaje forman parte de la portada de la novela. No hay mejor fuente que quienes lo vivieron muy de cerca. Tengo cariño a todos mis personajes, cada uno por un motivo. Fueron todos ellos los que colaboraron para apostar por la vida. Una mención especial a Paula, quizá quien tenía más fácil la vida, pero su propio carácter le hizo vivir situaciones muy complicadas.

María: ¿Qué les pareció más duro a sus personajes: la guerra o la posguerra? 

Luis Miguel González: Ambas cosas. Primero tuvieron que sufrir las represalias de uno y otro bando, las envidias y rencillas que provocaron muchas muertes. Después tuvieron que tratar de cerrar heridas, algunas de las cuales hoy en día siguen abiertas; sacar a sus familias adelante, los duros años del hambre y tratar de perdonar y recomponer un país sumido en la miseria y el odio.

La aparente tranquilidad que reinaba en el pueblo fue rota a media mañana por el tañer de las campanas. Algunos vecinos salieron de sus casas. Las campanadas no indicaban ningún acto religioso ni tampoco era el típico toque de quema. Pronto obtuvieron la respuesta, un ruido atronador procedente del cielo hizo que todos levantaran la vista. Una importante flota de aviones cruzaba el pueblo a una altura considerable. Desde su ventana, Luis se cercioró de que no había ningún peligro. Por la dirección que llevaban era muy posible que se dirigieran a Madrid. Echó mano de sus prismáticos y a duras penas, tras los visillos, pudo reconocer algunos bombarderos alemanes e italianos, escoltados por cazas. Apenas se podían entrever entre las nubes. No había duda, se dirigían a la capital cargados de bombas. Se le humedecieron los ojos, sentía pena y rabia al mismo tiempo.  

  María: La figura de la mujer está muy presente en esta novela. En cierto modo, ¿le está brindando usted un tributo a la mujer de aquella época?

 Luis Miguel González: Creo que se merecen ese tributo; como dije anteriormente vivieron tiempos muy convulsos. Pasaron de no tener libertades a tenerlas con la República, para posteriormente tener que renunciar a todo lo que habían conseguido. Sí, la novela está escrita muy del lado femenino, no en vano esas jóvenes vivieron unos años con acceso a la educación, al voto y otros derechos que las prepararon para tener cierta influencia durante unos pocos años. También dije anteriormente que en esta novela yo he puesto la pluma y ellas el corazón y la experiencia. Empaticé con ellas, sus vidas llegaron a mi corazón y éste dirigió mi mano para contar sus peripecias y también algunas anécdotas, si se pueden expresar así, aunque fueran tiempos muy duros. En resumen, he escrito sus vidas, sus sentimientos, sus sufrimientos y sus sueños. Algunas de esas mujeres también siguieron luchando después de 1975 por los derechos que hoy día pueden disfrutar las mujeres. Experiencia no les faltaba.

María: ¿Esperaba la tan grata aceptación que está teniendo su libro?

Luis Miguel González: Eso nunca se sabe; no me puedo quejar ya que, al ser un autor desconocido, el esfuerzo que he tenido que hacer ha sido ingente. Pero ya he hecho varias presentaciones y está teniendo buena aceptación. En Villanueva de la Vera, Caravaca de la Cruz, Plasencia y Talavera de la Reina ya la he presentado. Y tengo algunas más cerradas este verano y en conversaciones para el otoño. Varias bibliotecas se han puesto en contacto conmigo para decirme que desde que adquirieron la novela no han parado de prestarla y los lectores están haciendo buena crítica, por lo que me prepararán encuentros con los grupos de lectura y presentaciones. Es mi objetivo, por encima de la venta, que la lean y sobre todo jóvenes que están ahora viviendo dos crisis seguidas para que tomen ejemplo de esa generación que, sin duda, lo pasaron mucho peor y siguieron adelante, apostaron por la vida. También estoy enviando bastantes ejemplares por correo a toda España dedicados. Platero Editorial tampoco es muy conocida pero apostó desde un principio por mí y también está realizando un gran esfuerzo por dar a conocer a escritores que no tenemos cabida en las grandes editoriales.

María: ¿Le gustaría contarle algo más al lector?

Luis Miguel González: Gracias a quienes la han leído y la están recomendando. Y animo a todos a leerla, más ahora que la cultura está tan poco apoyada. Quien lee está apoyando a la cultura; pero, lo que es más importante, la lectura nos enseña a ser libres, a viajar en el tiempo y a otras latitudes de la mano de personajes que pueden contar su historia gracias a los escritores. La lectura despierta la imaginación y los sueños. Esta novela no os defraudará y os enganchará desde el principio. No esperes una novela bélica, más bien es una novela de amor, supervivencia y solidaridad. Feliz lectura. Para finalizar quiero dar las gracias a todas esas personas anónimas que me han hablado de esa época para poder contar sus vivencias; a José Manuel Salinero por el excelente prólogo, a Carmen Sierra, mi asesora particular, que me ayudó mucho desde el primer capítulo y no paró de enmendarme la plana hasta el epílogo. También a Rosa, directora de Platero Editorial de Tomares, Sevilla, por creer en mí. Y, por último, a todos aquellos que de una forma u otra han colaborado conmigo: lectores, bibliotecas, etc.

Y yo quería darle las gracias a usted Luis Miguel, por haber aceptado a que le hiciese esta entrevista. Recuerda lector. Apuesta por la vida. Una historia ambientada en la guerra civil y posguerra. En una comarca de la España rural donde la mujer sufría, pienso, mucho más la injusticia social.

Me gustaría despedirme con un poema de una poetisa española, Ángela Figuera Aymerich, considerada poetisa de posguerra. Defensora del papel social de la mujer en la posguerra.

EL GRITO INÚTIL

¿Qué vale una mujer? ¿Para qué sirve
una mujer viviendo en puro grito?
¿Qué puede una mujer en la riada
donde naufragan tantos superhombres
y van desmoronándose las frentes
alzadas como diques orgullosos
cuando las aguas discurrían lentas?

¿Qué puedo yo con estos pies de arcilla
rodando las provincias del pecado,
trepando por las dunas, resbalándome
por todos los problemas sin remedio?

¿Qué puedo yo, menesterosa, incrédula,
con sólo esta canción, esta porfía
limando y escociéndome la boca?

¿Qué puedo yo perdida en el silencio
de Dios, desconectada de los hombres,
preñada ya tan sólo de mi muerte,
en una espera lánguida y difícil,
edificando, terca, mis poemas
con argamasa de salitre y llanto?

Volvedme a aquel descuido, a aquel sosiego
en que era dable andar por los caminos
pastoreando ensueños como ovejas.
Volvedme al ruiseñor de aquel boscaje,
al vuelo de aquel cisne por el lago
bajo la planta azul de aquella luna.

Volvedme a la andadura mesurada
al trópico dulcísimo y sedante
de un verso con timón y cortesía
donde cantar cómo los bucles de oro
son cómplices del pájaro y la rosa,
porque eso, al fin, a nada compromete
y siempre suena bien y hace bonito.

Pero es vano, amigos, nos cortaron
la retirada hacia seguras bases.
Están rotos los puentes,
los caminos confusos,
los túneles cegados. No sabemos
de cierto si avanzamos o si huimos
dejando por detrás tierra quemada.

Y yo pregunto, vadeando a solas
un río de aguas turbias y crueles,
¿qué puede una mujer, para qué sirve
una mujer gritando entre los muertos?