Ralph Waldo Ellison (1913 – 1994) fue un escritor y critico literario afroamericano, ganador del prestigioso National Book Award estadounidense en el año 1953 por su novela más famosa, Invisible Man, convirtiéndose en el primer escritor de raza negra de la historia en alcanzar un reconocimiento semejante. Un hito en sí mismo – uno más en la vida de un genio ciertamente singular.
Como pueden imaginar, el logro del escritor originario de Oklahoma no pasó desapercibido en una época en la que el conflicto racial era tema central del debate político, generando una gran inquietud dentro de la comunidad afroamericana, y una notable inestabilidad política en el país en general. Ralph Ellison creció en una familia pobre con necesidades ecónomicas alarmantes y apremiantes. Ante la temprana muerte de su padre, se vio obligado a encadenar empleos desde muy joven.
Más tarde, en su juventud conseguiría enrolarse en el célebre Tuskegee Institute, una famosa universidad exclusiva para alumnos negros situada en Alabama. Allí le tocó comprobar que la tendencia del prójimo hacia los prejuicios va mucho más allá del color de la piel, siendo despreciado por sus compañeros debido a su origen e historia humilde. Sin embargo esto no frenó al joven Ellison en su afán de invertir todo el tiempo libre que tenía entre clases para crecer en diferentes direcciones. Era habitual que empleara sus ratos en libres en ir a la biblioteca a sumergirse en los libros de los grandes autores clásicos como Joyce o Dostoievski, o a desarrollar sus aptitudes musicales en el departamento de música, quizá el mejor departamento de la institución.
Una vez acabados sus estudios, Ellison se muda a Nueva York en 1936, donde poco a poco establece relación con algunos miembros de la comunidad artística de la ciudad como Romare Bearden o el polémico escritor afroamericano Richard Wright. El escritor conseguiría evitar ser reclutado para servir al ejercito americano durante la Segunda Guerra Mundial, aunque se enlistaría brevemente de manera voluntaria en la marina hacia el final de la contienda. A la vuelta, Ralph se casa y, patrocinado por su esposa Fanny McConnell, se dedica a escribir su primera obra.
Invisible Man ve la luz en 1952. Considerada hoy top 20 de las mejores 100 novelas escritas en el S. XX, el que fuera crítico del New York Times durante 24 años, Orville Prescott, no dudó en calificarla como «la obra de ficción escrita por un negro americano más impresionante que jamás he leído». Ahí queda eso. Y es que, como decíamos al principio, la incursión del hombre afroamericano en el ambiente cultural mainstream no era plato de buen gusto para todos, lo que no hace sino reafirmar la categoría de efeméride histórica de esta novela.
Invisible Man explora la búsqueda de un hombre por su lugar dentro de una sociedad, la del sur de los Estados Unidos primero, y la de Nueva York después, de los años 30, narrada en primera persona por un hombre afroamericano. El concepto de invisibilidad es pieza central de la obra, ya que el autor juega con los dobles sentidos para dar relevancia a la manera en que el protagonista es invisible, o la gente se niega a verle, en diversas situaciones. Llena de elementos cómicos, absurdos y casi kafkianos, estamos ante una mezcla única de crónica social, panfleto político, y sátira aguda dentro de una estructura narrativa magistral y transmitida de una manera totalmente nueva y original.
Una autentica obra maestra, en definitiva, que le brindaría a Ralph Ellison la posibilidad de alcanzar un estatus, el de escritor, con el que difícilmente podría haber soñado cuando era un crío. En 1964 publicaría la colección de ensayos políticos y sociales Shadow and Act, retratando sus experiencias en más de dos décadas envuelto en el activismo en favor de los derechos de los afroamericanos. Veinte años después vería la luz Going to the Territory, una nueva colección de 17 ensayos, una interesantísima composición que abarca desde la revisión de artistas como el escritor William Faulkner o el músico Duke Ellington, hasta reflexiones acerca de las contribuciones de la comunidad afroamericana para con el desarrollo de la sociedad norteamericana en su conjunto. Una novela póstuma, Juneteenth (compuesta a partir de una serie de anotaciones dejadas por el escritor) y una colección de relatos cortos, Flying Home and Other Stories, también publicada después de la muerte de Ellison, cierran el legado de uno de los grandes escritores norteamericanos.
Llama la atención el hecho de que Ralph Ellison llegó a escribir más de dos mil páginas de una novela, la que habría sido su segunda obra, que nunca llegaría a finalizar y mucho menos a publicar. Estamos ante un hombre que, en su discurso de aceptación del premio nacional por Invisible Man, afirmó no estar del todo satisfecho con el resultado final. El lector disfrutará enormemente de la visión ácida y creativa de un perfeccionista empedernido que, esté de acuerdo o no, está considerado como la voz más original de la América negra.
Sigue de cerca el proyecto de History Cool Books en Instagram – @historycoolbooks