Truman Capote (1924 – 1984) fue un escritor, periodista y actor norteamericano considerado uno de los intelectuales y más sobresalientes del pasado siglo. Capote alcanzó especial relevancia gracias a su trabajo más reconocido, In Cold Blood (A Sangre Fría), una crónica sobre el asesinato de una familia en Kansas City a mano de una pareja de delincuentes. En este trabajo de 1966, que el propio autor definió como «novela no-ficticia», Capote se vale de una serie de entrevistas en prisión con los asesinos para plasmar los hechos en papel, adornados por el exquisito estilo narrativo de Capote.
A Sangre Fría marcó un antes y un después en la manera en que los artículos y las notas de prensa centrados en sucesos tan turbios como los asesinatos podían presentarse al gran público – cambiando el tradicional tono austero y comedido, centrado únicamente en la transmisión de datos e información, hacia un nuevo estilo que acepta tratar el tema incluyendo la presencia de elementos narrativos o figuras literarias, además del input subjetivo del autor, que comparte con el lector su apreciación de la situación y todo aquello que considere relevante.
Si bien A Sangre Fría podría ser el culmen de la carrera de Truman Capote, el escritor había alcanzado ya relevancia nacional y prestigio internacional gracias a algunos de sus trabajos previos, con especial atención para el libro que presentamos hoy desde History Cool Books: Breakfast at Tifanny’s.
En esta novela, el narrador nos presenta a una protagonista femenina a través de la que se nos permite realizar un recorrido que nos lleva a familiarizarnos con la café society de mediados del siglo pasado. Esta jovencísima protagonista (Holly Golightly) hace gala de un carácter desenfadado, despreocupado, ingenuo y soñador, que la lleva a buscar mezclarse con hombres de las más altas esferas de la sociedad neoyorquina de la posguerra, que la cuidan, la sacan de paseo y le hacen regalos, con la esperanza de, en última instancia, casarse con alguno de ellos algún día. A lo largo del libro más facetas de la personalidad de esta joven son desvelados al lector, que deberá sacar sus propias conclusiones y juzgar por si mismo a una Holly empeñada en alcanzar su particular idea de lo que es la felicidad.
Originalmente publicada como historia corta en la revista Esquire, el fulgurante éxito de la colaboración llevó a Random House a editar la historia por primera vez en 1958 en una colección que incluía otras historias cortas de Truman Capote. El propio autor no duda en afirmar que Holly Golightly (ya el nombre tiene guasa y es una declaración de principios- algo así como Sagrada Va-Ligera) es su personaje favorito de entre todos los que llegó a crear. El gran Norman Mailer regaló también halagos a la publicación, afirmando que se trata de un libro perfecto del que no cambiaría ni una sola coma. Eso si que es apoyar a los del gremio.
La novela ha alcanzado el imaginario popular en gran parte gracias al éxito de la adaptación a la gran pantalla de 1961. Dirigida por Blake Edwards y con una Audrey Hepburn que encarna a las mil maravillas el espíritu de la Holly creada por Capote, el film ha logrado pasar a la historia como una interpretación legendaria, en una de esas ocasiones en que actor y personaje forman una relación simbiótica inolvidable. Cabe destacar que Capote originalmente había solicitado a Marilyn Monroe para el papel protagonista, pero por motivos burocráticos sería finalmente Hepburn la encargada de dar vida al personaje. Esta adaptación cinematográfica cuenta con algunos cambios respecto a la novela original que la hacen ser más viewer friendly, pero que no frenan al film en absoluto en su camino hacia los anales del séptimo arte.
En resumen, Breakfast at Tiffany’s es una de las obras más populares e icónicas del pasado siglo por su precisión a la hora de dibujar a la comunidad autóctona de las salas de fiesta y los cafés de moda de Nueva York de los años cuarenta y cincuenta, una etapa colorida y vanguardista que acogió a una generación lastrada por el trauma reciente de dos contiendas bélicas de escala mundial y una crisis económica sin precedentes, y que buscaba de manera obsesiva oportunidades para recuperar el amor por la vida y las cosas buenas que ella contiene, dando el pistoletazo de salida a una etapa de expansión, desarrollo y prosperidad sin igual que se extendería durante las siguientes tres décadas. Y todo comienza en Tiffany’s …
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