La semana pasada tuvo lugar la cuadragésimo cuarta edición de la competición World’s Strongest Man, celebrada en Sacramento, California, entre el 15 y el 20 de junio. Se trata de la competición de fuerza más reconocida del mundo, en marcha desde el año 1977 de manera ininterrumpida, con la única excepción del año 1987. El Strongman es un deporte que combina fuerza bruta y estática con velocidad y explosividad, añadiendo un importantísimo componente de espectáculo y entretenimiento que se refleja en la variedad y la creatividad de las pruebas y la puesta en escena.
Los otros dos deportes de fuerza tradicionales son la halterofilia y el powerlifting; el primero es un deporte olímpico cimentado alrededor de dos movimientos (el clean o cargada en dos tiempos, y el snatch o arrancada) que demandan fuerza, velocidad, explosividad y técnica a partes iguales. El segundo gira en torno a tres movimientos (sentadilla, press de banca, y peso muerto) que demandan fuerza estática, técnica y control. Ambos deportes son evaluados en base a la suma total de los kilos levantados en cada movimiento, y se dividen por categorías de peso como los deportes de combate. El strongman difiere de estos dos deportes en que sus pruebas cambian continuamente en función de los tiempos que corren y de la organización que promueve la competición de turno. ¿El resultado ? Un deporte espectacular, en cambio constante, con pruebas que miden la fuerza y la habilidad técnica de sus competidores en todos los espectros concebibles.
Levantar rocas de más de 200 kilos, cargar con yugos de 400 kg, levantar troncos de más de 200 kilos por encima de la cabeza, lanzar barriles de 40 kilos a varios metros de altura, o arrastrar camiones y aviones son algunas de las muchas pruebas utilizadas para medir la valía de estos gigantes llegados desde las cuatro esquinas del globo. Tradicionalmente, el certamen ha necesitado como el beber de patrocinios y apoyo económico, motivo por el que muchas ediciones de El Hombre Más Fuerte Del Mundo se han celebrado en pequeños países que buscan utilizar la competición para promocionar su nación de cara al turismo internacional. Así nos hemos encontrado con certámenes celebrados en lugares tan variopintos como Nassau, en Bahamas, La Valeta, Malta, Kuala Lumpur, Malasia, Gaborone, Botsuana, o Victoria Falls, en Zambia. Curiosamente, ningún certamen se ha celebrado nunca en Sudamérica, pero sí dos veces en España: en San Sebastián, en el año 1989, y en Santa Cruz de Tenerife, Canarias, en 1991.
El deporte ha experimentado un auge en los últimos años que ha propiciado que la compañía pueda dejar de necesitar (por fín) de patrocinadores gubernamentales, para deleite de los atletas, que ya no deben enfrentar largos viajes, condiciones cuestionables y, en la mayoría de los casos, calor tropical, el mejor aliado de tipos de más de 150 kilos haciendo deporte. Así pues, las últimas tres ediciones se han celebrado en Estados Unidos. Este rápido desarrollo del deporte en los últimos años viene propulsado por una creciente comunidad online que cada vez consume y demanda más y más contenido sobre strongman en redes y plataformas sociales. Gracias a que algunos atletas han conseguido alcanzar un impacto y reconocimiento más allá de los márgenes del deporte, estamos ante un fenómeno en continuo crecimiento.
Algunas de las leyendas de este deporte son, por orden cronológico de aparición en el circuito mundial, el americano Bill Kazmaier, ganador de tres títulos a principios de los ochenta; Jón Páll Sigmarsson, islandés campeón en cuatro ocasiones en la misma década; Magnús Ver Magnússon, también del país de hielo y ganador en cuatro ocasiones en los noventa; Mariusz Pudzianowski, de Polonia, poseedor hoy en día del récord de victorias en la competición con 5 títulos en la primera década del presente siglo; y el lituano Žydrūnas ‘Big Z’ Savickas, ganador del título en cuatro ocasiones entre 2009 y 2014 y considerado por los expertos del deporte como el hombre más fuerte de la historia (así lo atestigua su inmenso palmarés de títulos, competiciones, récords del mundo y longevidad en el deporte).
En la actualidad, el máximo exponente del deporte ha sido y sigue siendo el americano Brian Shaw. Brian ha conquistado el título en cuatro ocasiones, la primera de ellas en 2011. La semana pasada, 10 años después de su primera victoria, Brian competía para elevar su cuenta personal a cinco títulos, buscando igualar al legendario ‘Pudziano‘. El deporte le debe buena parte de su recientemente adquirida y creciente popularidad al gigante americano. Con su exitoso y bien establecido canal de YouTube, y su participación en el programa de History Channel «The Strongest Men in History», Brian ha ejercido durante los últimos años como el mejor embajador que el deporte podía pedir. Otro protagonista del mismo show, el británico Eddie Hall, fue otra de las estrellas del deporte en la pasada década. ‘The Beast’ se alzó con el título en el año 2017, y, poco después, batió el récord del mundo en levantamiento de peso muerto con 500 kilos, convirtiéndose en el primer hombre en la historia en despegar media tonelada del suelo. Poco después se retiró y dirigió su carrera hacia la creación de contenido y a expandir la popularidad de su marca y del deporte. La otra gran estrella de la década es el islandés Hafþór Júlíus Björnsson, más conocido como Thor, que resultará familiar a los que hayan disfrutado de la serie de HBO Juego de Tronos; estamos hablando del actor que daba vida a ‘La Montaña’ en la serie. El gigante nórdico del país de hielo, segundo país en títulos en la competición sólo por detrás de Estados Unidos, se alzó con el título en el año 2018 tras seis podios consecutivos. Recientemente, en el año 2020, batió el récord del mundo de levantamiento de peso muerto de Eddie Hall por 1 kilo, dejando la marca en 501kg. Acto seguido, Hafthor se retiró del deporte y anunció la celebración de un combate de boxeo entre él y el británico, una rivalidad que viene de lejos y de la que hablaremos otro día. A fin de cuentas, no es más que otra fantástica manera de promocionar el deporte, y de paso, una oportunidad para ambos atletas de llenar un poco sus bolsillos tras haberse dedicado a un deporte que hasta el momento tampoco ofrece demasiados dividendos a sus competidores más allá de los contratos publicitarios que puedan llegar a conseguir por su cuenta.
Pero volvamos a la edición de 2021. Como decíamos, Brian Shaw competía por su quinto título, contando con muchas opciones de alzarse con la victoria. El problema es que frente a el, entre tantos otros gigantes, se encontraba un joven atleta en meteórico ascenso. Un joven atleta, si, pero sobradamente preparado.
Tom Stoltman nació en Invergordon, Escocia, en 1994. Tierra de forzudos, Tom pronto siguió los pasos de su hermano mayor Luke. Diez años más viejo, el mayor de los Stoltman se dedicó al culturismo antes de dar el salto al deporte del strongman. Luke se ha alzado con el título de El Hombre Más Fuerte De Escocia en cuatro ocasiones, desde el año 2013 hasta el año 2017. En las últimas dos ediciones celebradas, 2018 y 2019 (el evento se canceló en el año 2020 durante la pandemia por Covid 19) Luke ha acabado segundo. Adivinen quién le ha arrebatado la primera posición …
Tom Stoltman fue diagnosticado con autismo cuando tenía apenas 5 años. En sus propias palabras, «menear hierros y pesos como un loco durante tres horas al día me ayuda a olvidar durante un rato que soy autista». ‘The Albatross’, como le apodan en su tierra, cuenta que su vida dio un giro cuando acompañó a su hermano mayor al gimnasio para entrenar por primera vez. Desde entonces, no ha podido parar. Con sólo 27 años, Tom es poseedor del récord mundial en levantamiento de piedras atlas, una clásica prueba del deporte, habiendo levantado una roca de 286 kilos. Todo apunta a que será capaz de elevar esta cifra en el futuro.
Así pues, volvemos a Sacramento, en junio de 2021. Luke Stoltman enfrenta su sexta participación en la competición; Para Tom es la cuarta. El hermano mayor solo ha conseguido colarse en la final en una ocasión, en 2019. El hermano pequeño ha estado dos veces en la final, y viene de cosechar un segundo puesto en la atípica edición de 2020. El campeón del año pasado, el joven atleta ucraniano Oleksii Novikov, también busca la victoria. Sin embargo, Novikov no consigue pasar la fase clasificatoria y es eliminado antes de alcanzara final, perdiendo la posibilidad de defender su título. Los hermanos Stoltman, por su parte, avanzan juntos a la final.
Cada año 25 atletas de todo el globo son invitados a participar en la competición, con sólo 10 plazas para la final. Este año, 25 de los mejores strongman de todo el mundo, provenientes de 11 países, se daban cita en California. Y el pueblo escocés tenía dos plazas reservadas en la final.
Celebrada a lo largo de dos días, el primer día de la final vio situarse a Tom Stoltman en cabeza tras tres pruebas disputadas de seis eventos en total. El hermano pequeño fue capaz de ganar las dos primeras pruebas y arrancar un segundo puesto en la tercera. Pero el segundo día fue testigo de uno de los mejores desenlaces que se recuerdan en los últimos años. Empujado por una fuerte comunidad dentro del deporte, el americano Brian Shaw fue capaz de ofrecer su mejor actuación en cinco años y, a la edad de 39, llegó a la última prueba de la competición a sólo un punto de distancia del joven atleta escocés. Tradicionalmente, la competición siempre se resuelve con la prueba de levantamiento de piedras atlas, una prueba en que los competidores deben levantar cinco piedras, cada una más pesada que la anterior, y colocarlas sobre cinco atriles en el menor tiempo posible. Se trata de una prueba que ha dejado muchos momentos históricos y duelos para el recuerdo dentro del deporte. La edición de 2021 no hizo sino añadir otro momento más a esta lista de leyenda.
Enfrentados cara a cara, o, mejor dicho, espalda contra espalda, futuro y pasado del deporte se encuentran en el presente para simbolizar la transición de una disciplina que mucho ha tardado en encontrar la apreciación y el apoyo que merece. Durante más de cuarenta años, atletas prodigiosos de todas las partes del mundo han asombrado a espectadores con muestras de fuerza y habilidad sin igual. Hoy, con el deporte en pleno auge, no es posible concebir algo mejor que ofrecer a los seguidores que el choque entre una leyenda del deporte, que demuestra que aún es más que capaz de codearse y competir con los jóvenes atletas en ascenso, y su más flamante promesa. Un hombre que aún no ha sido capaz de alzarse con la victoria en ninguna gran competición internacional. Un hombre de un país, Escocia, que aún no cuenta con ningún integrante de su noble pueblo en la lista de ganadores de la competición de fuerza más reconocida del mundo.
Y es que la fuerza no es asunto ligero en Escocia. Estamos hablando de una de las naciones que más afición cultivan por los deportes de fuerza, y esta pasión es una importante fuente de orgullo e identidad para los escoceses. Con una tradición que se remonta a la época medieval y, posiblemente, incluso más atrás, Escocia es la tierra de los Highland Games, un tipo de competiciones de fuerza con mucho apoyo y arraigo en la cultura local, común a otras culturas del norte de Europa y de ancestros comunes, como Islas Feroe o Islandia. Atendiendo al impacto y la influencia del deporte y la apreciación por las pruebas, demostraciones y competiciones de fuerza en el país, es sorprendente que ningún hijo de Escocia hubiese sido aún capaz de alzarse con el título de El Más Fuerte Del Mundo.
Tom Stolman, también conocido como ‘The King of Stones’, fue capaz de finalizar la prueba en 20.21 segundos; diez segundos más rápido que el atleta previamente conocido como ‘The King of Stones’, Brian Shaw. De esta manera, Tom sellaba su victoria y, a lágrima tendida en el suelo y abrazado por su hermano mayor, certificaba que el título viajaba, por fin, para Escocia. Mención aparte merece el esfuerzo y la actuación de un Brian Shaw al que muchos llevan años dando por muerto, y que demostró tenacidad y carácter, además de inteligencia para reconducir su entrenamiento y llegar a la competición con todas las garantías. De no haber sido por fallos específicos en momentos puntuales, quizá hoy estaríamos hablando del quinto título para Brian. Pero decir esto quizá no sería justo del todo – Tom Stoltman demostró solidez durante toda la competición, y fue capaz de mantenerse mentalmente enchufado en el momento más importante de la final. Y es que el aspecto mental es algo que para el joven atleta escocés diagnosticado – repetimos- con autismo a los cinco años ha supuesto un escollo a superar en otras competiciones en el pasado.
Luke Stoltman cuenta que, tras haber sido testigos del intenso sufrimiento de su madre, que padeció una larga y dolorosa enfermedad terminal que acabó con su vida hace unos años, todo el dolor que puedan experimentar en el gimnasio es totalmente insignificante. En sus propias palabras, con lágrimas sostenidas, «es sólo ácido láctico; no es dolor real. Mi madre tuvo que soportar dolor real. De ahí es de donde sacamos nuestra inspiración – de nuestra madre». Los hermanos Stoltman entrenan y compiten por su familia, por su tierra, por su madre y por su honor. Incluso antes de los grandes focos, estos motivos siempre tuvieron más peso en el norte de Escocia. Estos valores siempre fueron más fuertes que los nuevos valores de arrogancia y egocentrismo. Tanto esfuerzo y dolor parece haber merecido la pena after all …
De carácter humilde y desenfadado, los hermanos Stoltman son perfectos embajadores tanto del deporte de strongman como del país escocés. Representan a las mil maravillas los elementos centrales de la personalidad de ambos mundos. Un deporte donde prima el compañerismo, el apoyo, y la competición y la rivalidad sana; un país donde, a pesar del frío, saben como mostrarse cálidos con el que viene de visita. Sin duda este es sólo el comienzo de muchos éxitos para un Tom Stoltman que, a buen seguro, seguirá acaparando miradas en el futuro. La historia de los Stoltman, desde sus humildes origenes en el norte de Escocia, su drama familiar con enfermedades terminales y trastornos del espectro autista de por medio, y su constancia en la práctica de un deporte que no ofrece ninguna garantía de reconocimiento, ni dividendos, ni gloria a cambio de un esfuerzo sobrehumano que debe ser mantenido día tras día, año tras año, resulta tremendamente inspiradora y necesaria en el mundo de hoy.
El deporte del Strongman se basa en romper en pedazos las barreras y los límites que se presentan ante los atletas, sirviendo como una metáfora perfecta y enriquecedora a nivel vital. Y de entre todos sus exponentes, ninguno es mayor representante de que los límites no son, en la mayoría de los casos, más que una ilusión, que Tom Stoltman, el pequeño del clan. Ningún atleta escocés había ganado nunca antes el título de El Más Fuerte Del Mundo. Tampoco las historias de grandes campeones con trastornos del espectro autista ciertamente no resultan comunes. En el año 2021 se rompieron 10 récords mundiales más dentro del deporte ¿Entiende a donde quiero llegar ?
Texto de Tarek Morales / Síguenos en Instagram en @StrongmanCorner