Richard Brautigan (1935 – 1984) fue un escritor y poeta norteamericano. Autor de diez novelas, cuatro libros de poesía y dos series de historias cortas, sus trabajos han sido traducidos a numerosos idiomas y se han extendido por América, Europa y Asia, convirtiéndole en uno de los grandes escritores contraculturales del pasado siglo.
El autor originario de Tacoma, Washington, EEUU, publicó su primer trabajo como novelista en 1965 con A Confederate General from the Big Sur, una novela que no lograría destacar hasta que, años después, el escritor alcanzaría por fin una merecida notoriedad gracias a la obra que hoy nos ocupa, su novela Trout Fishing in America (La pesca de la trucha en América), que convirtió a Brautigan casi de la noche a la mañana en un escritor de culto.
Cabe destacar que La pesca de la trucha en América es, técnicamente, la primera novela de Brautigan, ya que fue escrita en 1961. Sin embargo, no sería publicada hasta seis años después, en 1967, por lo que A Confederate General from the Big Sur permanece en los libros de registro como el debut literario del escritor.
La pesca de la trucha en América es un libro sin una estructura o hilo argumental concretos ni bien definidos – estando compuesto por una serie de anécdotas o historias independientes distribuidas por capítulos y con personajes recurrentes de una narración a otra. Las historias se suceden en distintas localizaciones o espacios de relevancia para el escritor. El nombre del libro aparece mencionado en diversos contextos a lo largo de la obra – un hotel, un personaje, la acción de pescar truchas en América…
No conviene destripar más acerca del trabajo de uno de los escritores más cool de nuestra historia reciente. Este libro contribuyó a que, junto a otros de los trabajos de mayor relevancia del autor como Watermelon Sugar o The Hawkline Monster: A Gothic Western, Richard Brautigan se convirtiera en una referencia cultural para toda una generación, y cuyo impacto ya ha trascendido más allá de la época contemporánea del escritor para instalarse como un icono popular en Norteamérica.
Prueba viva de ello es, por ejemplo, el adolescente que cambió su nombre legal a Trout Fishing in America en 1994, o la pareja de recién casados que, ni cortos ni perezosos, eligieron este peculiar nombre para su primogénito. Protagonista de una vida de película (vida que el escritor eligió finalizar de manera unilateral), pocos autores han sido capaces de llegar a crear un propio universo cultural – Brautigan es uno de ellos.
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