El concepto de resiliencia hace referencia a la capacidad de las personas para superar situaciones adversas y soportar esos innegociables períodos de dolor emocional que, más tarde o más temprano, a todos nos toca atravesar. Se trata de una dimensión que últimamente está despertando mucho interés dentro del campo de la Psicología, dada su innegable utilidad práctica y la enorme demanda de la sociedad de conocer y tratar de aplicar y desarrollar estrategias y estilos cognitivos que permitan afrontar la inevitable dosis periódica de drama de nuestras vidas. La capacidad de gestionar de una manera correcta y eficiente dimensiones tales como el dolor, el estrés o la incertidumbre, se presenta como el gran reto de nuestras vidas en esta nuestra época, sobrecargada de estímulos, alternativas e influencias.
En un artículo publicado ayer en la versión digital de la célebre revista norteamericana Time, James Waters, comandante de pelotón de los Navy SEAL, nos ofrece algunos consejos para mantener la motivación y la entereza necesarias para sobrevivir a las situaciones más desafiantes y exigentes. Pese a que las siguientes recomendaciones puedan parecer, en algunos casos, excesivamente manidas y ofensivamente obvias, conviene dejar atras nuestras convicciones previas y atender a ellas, aquí y ahora, como algo nuevo y refrescante.
Estas son las 8 claves de un Navy SEAL para hacer frente a situaciones adversas:
1. Recuerda cuál es el propósito y el significado de tu tarea
Parece ser que, en situaciones de demanda física, la percepción de esfuerzo influye en mayor medida que el cansancio a la hora de completar eficientemente un entrenamiento. Este ejemplo deportivo es extrapolable a nuestra vida diaria; a la hora de afrontar tareas académicas o laborales, o situaciones de malestar emocional, influirá mas nuestra percepción de la situación que la carga real de trabajo o la verdadera magnitud de nuestro problema. Es por esto que conviene recordar siémpre cuál es el objetivo, qué buscamos conseguir con lo que estamos haciendo, cómo nos beneficiará, y, en última instancia, la manera en que la superación de este reto nos hará sentir orgullosos y recompensados.
2. Tómatelo como un juego
La manera correcta de enfocar una situación a priori desfavorable o inesperada es considerarla como un reto o desafío antes que como una amenaza. Haz de cada suceso desagradable una oportunidad. Una oportunidad de crecimiento y mejora. Dejando a un lado las leyes de vida y su irrefutabilidad, conviene adoptar una postura positiva y abrazar cada problema que nos sobrevenga como un chance para desarrollar nuestra entereza y nuestras habilidades. De esta forma, sólo te ocurrirán cosas buenas; el refrán dice que lo que no mata, hace más fuerte, y ya sabemos que la sabiduria popular, aunque contradictoria en algunos casos, nunca es azarosa. Puedes hacer de la peor de las situaciones tu gran oportunidad de evolución, echa un vistazo atrás y repasa aquellos episodios de tu vida que dominaste cuando parecía imposible, o al menos muy díficil, y utiliza esta filosofía para abordar cada nueva tarea como el gran reto de tu vida: el reto de seguir creciendo.
3. Ten confianza en ti mismo, pero sé realista
Cuando nos encontramos en situaciones de peligro, estresantes o problemáticas, debemos manejar un delicado equilibrio de cogniciones contrapuestas. Por una parte, debemos ser realistas y analizar sin tapujos ni temores la verdadera magnitud del caso, calculando los posibles riesgos a los que nos enfrentamos. Y por otra, debemos mantener una firme confianza en que, sea como sea, seremos capaces de controlar y solucionar el problema. La confianza en las propias habilidades es una competencia esencial y una marca diferencial entre las personas exitosas y las que se quedan a medio camino.
4. Prepárate, prepárate, prepárate
La preparación es básica para cualquier competencia. Cómo bien reza un ejemplo al comienzo del artículo original de Time, correr una maratón no parece tan duro despues de unos meses entrenando, pero si nos pidieran que corrieramos uno mañana, es evidente que nos parecería precipitado e inviable. Ya sea en el entrenamiento físico o en cualquier deporte (individual o de équipo), o en un puesto de trabajo, el éxito recaerá primero sobre aquellos que han analizado las debilidades y las han reforzado de una manera previsora, sin esperar a que los acontecimientos los atropellaran.
5. Céntrate en mejorar
No enfoques las situaciones y acontecimientos de tu vida en términos de bien o mal, ganar o perder, victoria o derrota, blanco o negro: resulta mucho más práctico y realista considerar todas tus experiencias como parte de un proceso vital de aprendizaje que ni acaba ni empieza. Evita las alegrias y tristezas pasajeras, no sigas siendo un espectador de tu vida. Dotar del mismo significado enriquecedor a todas tus experiencias refuerza tu autoestima y la confianza en ti mismo y da sentido de continuidad a tu vida. Esfuérzate por ser mejor hoy de lo que eras ayer, ni más ni menos. Céntrate en trabajar tus puntos débiles, tus carencias. Rentabiliza tu experiencia. La actitud es la clave.
6. Ayuda ( y déjate ayudar)
Este es un punto muy interesante. Es necesario tener una red de personas de confianza con quien compartir tus experiencias, y dejarte ayudar por ellas. Esto no es tan fácil como parece, es necesario desarrollar una intimidad con las personas que a muchos les puede resultar complejo, como poco. Pero es por esto que resulta tan importante. La humildad es clave para aceptar que sólos no llegaremos tan lejos cómo llegaríamos estando bien acompañados.
No menos importante es adoptar el papel opuesto, y ser tu quien brinda la ayuda. Adoptar el rol de cuidador, de apoyo, de refuerzo, ayuda a dar significado a nuestras vidas, sintiéndonos útiles; es algo que nos inspirará y ayudará a seguir adelante en los malos momentos.
7. Celebra las pequeñas victorias
Tómate un momento para apreciar tus avances, tu progreso, tu desarrollo. No seas demasiado exigente, no te mortifiques por no haber ganado aún un premio Nobel o un Grammy. La vida es un continuo devenir de altibajos, es por esto que dar el mérito y valor correcto a tus logros será la motivación perfecta para afrontar los momentos duros.
8. Encuentra la manera de reír
Debes divertirte y encontrar la manera de reír cada día. El humor es un delicado constructo de ideas y conceptos significativamente creativos, por lo que, si somos capaces de encontrar algo divertido en donde sea, estaremos dejando de lado, al menos por un momento, todo el estrés y la tensión. El estrés nos hace enfocar las situaciones en una sola dirección, así que ser capaces de romper ese rígido paradigma y mirar la realidad con otra lente se antoja ciertamente necesario.
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